El año pasado también escribí algo para las mamás, y como no hacerlo si son la base de todo, el principio, la siembra, el amor.
Dicen, las que son mamás, porque todavía no tengo esa bendición, que no hay amor más real, puro y grande que el que se siente por los hijos.
Las hay de todos los estilos, colores, clases, formas y tamaños y a pesar de que son incondicionales y que están dispuestas siempre, que pueden preparar la comida, hablar por teléfono y contestar un email al mismo tiempo, se nos olvida que son seres humanos y que se cansan, sienten, les duele, quieren, aunque por momentos las veamos como heroínas sacadas de una película de Hollywood capaces de hacer lo que sea, aunque en la adolescencia sintamos que estamos durmiendo con el enemigo y en la adultez, algunos, las hagan a un lado porque ya no las necesitan.
Si bien es cierto que los tiempos han cambiado y hoy en día ser mamá es una opción, no como antes que era la única opción y si no tenías hijos eras del demonio ó fracasada, invito a quienes tienen ese llamado en su corazón a entender la responsabilidad tan grande que implica, no sólo a nivel de formar un individuo para su propia vida sino también a alguien que hará parte importante de una sociedad, y viéndolo desde afuera como una espectadora, creo que hay muchas maneras de cumplir con todos los roles para sentirnos completas y satisfechas en un mundo que se ha vuelto cada vez más exigente para las mujeres, por consiguiente con más ahínco para las que son mamás.
Respeto profundamente el hecho de no querer engendrar vida porque, como dije antes, creo que se necesita sentir el llamado y tener la vocación, solamente de ese manera seremos realmente felices y haremos felices a ese nuevo ser, además ser mujeres es mucho más que ser mamás, pero está clarísimo que es un privilegio que nos da la naturaleza, una especie de VIP pero con una dosis grandísima de trabajo.
También es cierto que aunque no tengamos hijos el instinto maternal hace parte de nosotras y la vida a veces nos pone a actuar como si lo fuéramos, con los sobrinos, las amigas, los hermanos, incluso conozco algunas que lo hacen con sus maridos y hasta con sus propias mamás, o sea, que esta felicitación es para dar y convidar.
Mi mamá y yo |
Invito a las mujeres a sentirnos felices y orgullosas de serlo con todo lo que implica, cambios hormonales, dolores mensuales, pensamiento mágico, complicaciones en nuestro estado de ánimo, cero practicidad, intensidad inherente, celulitis y demás; y a los hombres a querernos, cuidarnos, comprender que somos distintos y eso, por supuesto, trae roces de género, pero al final de cuentas TODOS venimos de una mujer, no hay otra manera de dar vida, no hay otra manera de existir en este mundo, no hay otro canal.
Así que a todas las mamás del mundo, a las que han tenido hijos, a las que cumplen ese rol y a las que ya partieron, gracias!!!
Que bonito... gracias por reconocer que todos venimos de una mujer... no hay otra opción!!!
ResponderEliminarGracias princess!!!
ResponderEliminarAsi es clau cuanta elocuencia para al final resumir el poder de una madre, imagina las q verdaderamente nos sentimos madres la tristeza q es cuándo alguien contra todos los pronósticos. Te pone a decidir entre tu hijo y...no existe para mi mas opcion q mi hija, aunque gane o pierda algo o alguien "No"me pongas a escoger nunca. Eso es una madre o por lo menos yo!
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