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Mostrando entradas de mayo, 2012

Shhh...

Bien decía Confucio que el silencio es el único amigo que jamás traiciona. Y es que uno aprende muchas cosas cuando está solo y en silencio. En esa especie de...”retiro” en el que uno tiene tiempo de pensar, de darle vueltas a la vida, de cuestionarse muchas cosas, pues se aprende tanto de uno mismo que yo se lo recomendaría a todo el mundo, darse un tiempo así, que puede llegar incluso a doler, pero aunque duela, aunque sea como un purgante de esos que saben horrible y que al final cura, vale la pena.  En mi caso, en el silencio he aprendido a identificar verdades en mí y en los demás, he reconocido los ojos que sirven de refugio, el hogar, el amor bueno, las verdaderas amigas, esas que no importan los años ni la distancia porque siempre hacen parte de uno, esas que son confiables e incondicionales, que uno mira a los ojos, escucha y salen solo buenas vibraciones, esas que no hay necesidad de nombrar porque saben de sobra que entran en los dedos de mi mano. Pero así...

Mamá: el principio, la siembra, el amor

El año pasado también escribí algo para las mamás, y como no hacerlo si son la base de todo, el principio, la siembra, el amor. Dicen, las que son mamás, porque todavía no tengo esa bendición, que no hay amor más real, puro y grande que el que se siente por los hijos. Las hay de todos los estilos, colores, clases, formas y tamaños y a pesar de que son incondicionales y que están dispuestas siempre, que pueden preparar la comida, hablar por teléfono y contestar un email al mismo tiempo, se nos olvida que son seres humanos y que se cansan, sienten, les duele, quieren, aunque por momentos las veamos como heroínas sacadas de una película de Hollywood capaces de hacer lo que sea,  aunque en la adolescencia sintamos que estamos durmiendo con el enemigo y en la adultez, algunos, las hagan a un lado porque ya no las necesitan. Si bien es cierto que los tiempos han cambiado y hoy en día ser mamá es una opción, no como antes que era la única opción y si no tenías hijos eras del demon...