Para escuchar: La navidad, hasta ahora, me sabía siempre a lo mismo: luces, villancicos, natilla, buñuelos, pesebre, primos, abuelos, mamá, mango con sal, regalos, más luces, risas, familia, felicidad, baile, Medellín, comer, comer y comer... pero hoy cierro los ojos y diciembre me sabe diferente. Mi niñez fue feliz, en gran parte, gracias a diciembre. Era mi época favorita del año porque apenas salíamos del colegio mi mamá nos mandaba para la casa de los abuelos en Medellín y estaba con todos mis primos y tíos, después ella viajaba a encontrarse con nosotros el 24 y entonces eran los días más lindos de mi vida. Viniendo de una familia muy costumbrista, rezábamos la novena, y nosotros, los niños, lo hacíamos hasta dos y tres veces al día, lo tomábamos como un juego más. La primera, a las 4:00 pm en la iglesia del barrio. Sonaban las campanas tres veces anunciando que iba a empezar, entonces corríamos para llegar a tiempo y encontrar un buen lugar porque se llenaba
Soy una mamá que también ha sido actriz, cantante, productora, compositora, esposa y sigo aprendiendo. Escribo porque siento que lo necesito. Espero que lo disfruten tanto como yo.