Es una época muy intensa por la emotividad que se siente. Pasan por mi mente, y estoy segura que por la de todos, muchísimos momentos del año y de la vida, todos los propósitos que nos hicimos, los que logramos, los que nos quedaron faltando y los hay que dejar para el nuevo año. Particularmente esta vez me ha hecho más falta que nunca mi querida Colombia. Extraño a la abuela, los alumbrados, las novenas, el día de las velitas, la natilla, los buñuelos, a mi mamá...mucho!...al gentío en la cena del 24 y el 31, el “faltan cinco pa’las doce” sonando a todo volumen, en fin, lo de uno, lo mío, lo de siempre. La melancolía hace que se revivan en el alma los momentos más lindos de cuando estaba chiquita. Las entregas de regalos cuando llegaba el niño Dios y la pena que me daba que me regalaran cosas, me metía detrás de mi mamá o decía que tenía sueño y me encerraba en el cuarto...cómo he cambiado!...ahora me encanta que me regalen. Extraño al abuelo que está en el cielo y hacer c
Soy una mamá que también ha sido actriz, cantante, productora, compositora, esposa y sigo aprendiendo. Escribo porque siento que lo necesito. Espero que lo disfruten tanto como yo.