Ir al contenido principal

Sé el mejor lugar para tus niños


Sé ese lugar donde tus niños siempre quieran estar.
Sé esa mamá/papá que cuida, que ama, que enseña, pero que entiende que el tiempo se pasa volando y que la infancia dura un suspiro. Mañana tu niño ya no será niño, será rápidamente un adolescente, y en menos de nada, un adulto.
Ya no lo podrás “malcriar”, no lo podrás cargar ni aprovechar el calorcito de su cuerpo mientras duerme, tampoco se reirá a carcajadas contigo en un ataque de cosquillas o en una guerra de almohadas.
Sé ese papá/mamá con la habilidad de repartir tu tiempo consecuentemente con esta realidad y aprovecha cada que puedas para jugar, para correr, para abrazar, para arruncharte con tu cachorro, porque en un abrir y cerrar de ojos ya no tendrá el mismo entusiasmo para pasar tiempo contigo.

¡Relájate y disfrútalo! No temas derretirte con él, no tienes que demostrarle nada a nadie, porque cuando veas que tu niño respeta su turno en la fila, que no agrede a los demás, que sigue las instrucciones de su maestra, que no le arrebata la pieza de un lego a otro, te darás cuenta de que entiende perfectamente los límites y que lo estás haciendo bien… Sí, ¡Tú!… ¡Lo estás haciendo bien! En medio de besos, retos, juegos, impaciencia, lucha de poderes, falta de sueño y demás aprendizajes que trae la crianza. 

Sé ese adulto capaz de asumir la responsabilidad del tipo de relación que tienes con tu niño, no dejes en sus manos esa tarea porque no le corresponde, tú eres el grande.
Tu niño toma como referencia del mundo la relación que tiene contigo, por eso debes hacérselo lo más seguro, confiable, amable y feliz.
El mundo afuera puede llegar a ser lo suficientemente hostil, competitivo y difícil como para que tu niño “aprenda cómo es la realidad”, por eso tú debes ser su refugio, para cuando se enfrente a ese mundo feroz, decididamente quiera regresar a ti. 

Y seguramente tendrás que romper tus esquemas y reprogramarte, pero vale la pena de cualquier manera, ser ese lugar donde tus niños siempre quieran estar.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Las mamás estamos mandadas a recoger

  Ayer escuché una entrevista que le hicieron a una influencerfeminista sobre su vida, y habló de manera contundente, sabionda y casi autoritaria sobre el deber que tienen las mujeres de aprovechar en la actualidad la oportunidad de “ser alguien" y lo mal que estaban antes las mujeres que se quedaban en casa, mantenidas, sin hacer nada distinto a criar los hijos, y lo sorprendente fue que al mismo tiempo hablaba de lo afortunada que ha sido de contar con un hombre al que ha podido cederle la crianza de su hijo de 5 años, la cocinada de los alimentos, la lavada de la ropa, la rutina de las mañanas para el kinder, etc., para ella poder viajar a otra ciudad a hacer  su doctorado . Habló de cómo él, en su infinita generosidad, había renunciado en su totalidad a sus títulos universitarios y a producir económicamente para darle la posibilidad a ella de realizarse profesionalmente… pues, prácticamente habló como si el hombre se mereciera una estatua. Y yo, que no soy ni influencer ni...

Momento de sentimientos encontrados

Son las 10:30 de la noche, te sientas sola en la primera silla que encuentras para por fin descansar un poco, y ves este panorama (ver foto)... Yo le llamo “el momento de los sentimientos encontrados”. Ese momento que parece sencillo, normal, cero drama, en realidad te da ganas de llorar, gritar o salir corriendo. Estás cansada. Muy cansada. Se te acelera el pulso, te inunda la frustración, sientes que no das más, y mientras ves qué hacer con todo eso que sientes, vas siguiendo con los ojos la torre de chucherías, el palo del parque pegado con cinta en el piso del que sale un hilo de los que le regaló la abuela mientras cosía, sosteniendo el King Kong que con su hacha parece romper el cartoncito donde viene envuelto el papel higiénico, quien a su vez está cubierto por una ensaladera de plástico de la cocina, y de pronto, como por arte de magia, empiezas a sonreír. Sigues el recorrido de los carritos puestos en orden de tamaño y color, hasta que llegas a lo que para ti es, literalmente,...

Enseñar a los niños el hábito de agradecer

El Día de Acción de Gracias, Thanksgiving, se convirtió en mi tradición favorita al migrar a este país. Es la oportunidad perfecta de reunirse en familia a agradecer conscientemente por tantas y tantas cosas que vivimos día a día. Pero agradecer debería ser un hábito tan importante y tan básico, como lavarse las manos antes de comer o bañarse todos los días, y así mismo tendríamos que enseñárselo a los niños. Y no me refiero a enseñarles a responder “gracias” cuando les entregamos algo en la mano o cuando alguien les dice que están lindos, no, va mucho más allá de eso. Me refiero a crear la buena costumbre, la rutina, de agradecer todo.  Estudios aseguran que los niños aprenden en gran parte por imitación. Imitan palabras, gestos, dichos, la manera de reaccionar ante las emociones y todo lo que vean en nosotros, pero en el corre corre del día a día, se nos olvida agradecer más y quejarnos menos. Vivimos inconscientemente en función de reclamarle algo a la vida, al día, al...