Constantemente me pregunto, ¿qué probabilidades reales hay de que vaya a tener las cosas que quiero con sólo desearlas, soñarlas, trabajarlas o visualizarlas?
Me lo pregunto porque desde que tengo uso de razón he visualizado cada cosa que quiero, y debo ser honesta cuando digo que no necesariamente por desearlas, soñarlas, trabajarlas y visualizarlas se me han dado. Tampoco voy a decir que no se me ha dado ninguna, pero ese no es el punto, el punto es que si esa es la manera de activarlas y que funcionen, ¿debería funcionar con todas o no?
La lista ha ido cambiando con los años, en este momento no quiero nada extraordinario, quiero lo normal: una casa que sea mía donde pueda sembrar un árbol de mangos y pintar una o dos paredes con flores, un bebé, poder vivir cómodamente de lo que me gusta y me hace feliz, y estar sana para poder disfrutarlo. Yo sé que talvez no es el "momento" todavía, pero entonces ahí viene el existencialismo a enredarme la vida y a recordarme que somos mortales y que como tal, nos podemos morir en cualquier "momento", entonces viene una nueva pregunta: ¿y si no me alcanza el tiempo?... específicamente la vida, mi vida... ¿me voy a morir sin haber cumplido lo que me hace feliz?
(Si estás leyendo esto y sientes un poco de agobio, te comprendo, puedes abandonar esta página ahora mismo y entrar en algo mucho más liviano, como Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest o cualquier otro mundo paralelo que te haga olvidarte por un rato de todas estas preguntas existenciales que bailan en mi cabeza y que seguramente han bailado en la tuya alguna vez).
Decía que siento un gran ambiente en el aire, en los medios de comunicación, las redes sociales y en la sociedad misma empujando hacia la "felicidad" casi que de manera forzada. Salen constantemente libros, frases, coaches, aplicaciones, programas de televisión con pastores emocionados, y quiero ser enfática en que esta entrada no tiene nada que ver con religión, respeto cualquier manifestación espiritual... bueno cualquiera menos los que se explotan en nombre de Dios, eso no puedo comprenderlo... en fin, mi principal objetivo es expresar mis sentimientos y cuestionamientos acerca de esas ganas locas de anular la tristeza, el dolor, la rabia, la frustración, o sea, la naturaleza misma, tratando de convencerte de que las cosas que no tienes o que no se te han dado en la vida son culpa tuya porque no las has visualizado correctamente.
Debo decir que soy el tipo de persona que cree que la paz es mejor que la guerra, creo que todo lo que hacemos, bueno o malo, se nos devuelve. Me gusta hacer yoga porque respirar conscientemente me calma. Trato de comer sanamente. De vivir mi vida sin molestar a nadie y cuando digo a nadie, eso incluye a la gente con la que vivo y con la que tengo más confianza.
Profesionalmente me he preparado desde muy niña, tomando cuanto curso y taller de actuación, canto, danza, técnica vocal, pudiera, eso con la idea de cultivar la vocación, que creo que es la razón por la que vine a este mundo a desempeñarme dentro de esta sociedad.
He tratado de seguir los pasos de muchos de los autores espirituales que he leído, incluyendo a Jesús en la Biblia. He tomado lo mejor de cada uno de ellos meditando, haciendo sagradamente mis afirmaciones diarias, me he cuestionado acerca de si estoy pidiendo las cosas de la manera correcta o no. He practicado "El Código Curativo". He leído mucho acerca de la inteligencia emocional. Todo para llegar a la conclusión de que, a pesar de que no soy muy religiosa, creo profundamente en Dios, que para mí es básicamente amor y luz, por lo tanto creo que hay que ser positivos, hay que sonreír aún en las dificultades porque es la manera de alivianarnos y alivianar el mundo en los momentos difíciles de la vida.
Creo en mí, en lo que soy, en lo que tengo como ser humano y como profesional, pero créanme, cada día que pasa me convenzo más de que no por solo cerrar los ojos y visualizarlo, no por creerme el cuento, buscarlo y hacerlo con determinación y de manera responsable, implícitamente se da, y eso aplica para todos los aspectos de la vida, no solo en lo profesional, en lo personal también, las cosas son como son, como el destino nos las va mostrando. Y no, no soy pesimista, soy un ser humano normal, que me he dado mucho palo porque a pesar de haber trabajado constantemente por lo que quiero hay cosas que se me salen de las manos, que no dependen de mí.
Por supuesto que nosotros decidimos constantemente nuestro camino, pero dependemos en una gran parte de nuestro entorno, de dónde nacimos, con quién nos relacionamos, con quién tenemos amistad, con quién trabajamos, cómo abordamos el día a día, quién tiene más poder, importan mucho las jerarquías, no solo el lugar que te des, sino el que te den, porque primero estuvo el 1 que el 2, y si el que tiene el poder de darte el número te dio el 2?... y si no te dio el 2 y te dio el 3?... lo cual significa que no basta con que creas en ti, no ganas nada solamente creyendo en ti si los que tienen el poder no lo hacen, en fin, no es tan fácil como cerrar los ojos y ya está.
Después de todos esos ires y venires en mi análisis, al final yo me quedo con la enseñanza de mi abuela, que a mi modo de ver es la más sabia de todas, cuando le pregunté que cómo podía ser feliz todo el tiempo... y cuando me refiero a ser feliz, no hablo de que no llore o no se sienta triste nunca, sino a cómo aborda de esa buena manera todo, cómo logra tener siempre una sonrisa a pesar de tantas cosas difíciles que yo sé que le ha tocado enfrentar, su respuesta fue como oro para mí, me dijo:
"El secreto de la felicidad (sonrió humildemente) no es más que abrazar la realidad con amor, es saber que este baile es el que me tocó bailar en este momento, que no tiene nada que ver con conformarme o resignarme, sino con bailarlo con amor, con gusto, no importa el ritmo que tenga"... si eso no es ser positivo y sabio, ¿entonces qué es?
No sé ustedes, pero yo después de haber leído a tantos maestros, sabios, pensadores, científicos, me quedo con la respuesta de mi abuela, y dejo de darme palo en esos momentos en que mi lado más humano siente que no he hecho lo correcto o lo suficiente.
Prefiero bailar este baile con amor, y el que llegue mañana y el que venga el otro año, si es que así lo quiere la vida... mejor dicho, ¡al son que me toquen, bailo!
Créditos de imágenes:
http://ballerinaproject.blogspot.com/
Me lo pregunto porque desde que tengo uso de razón he visualizado cada cosa que quiero, y debo ser honesta cuando digo que no necesariamente por desearlas, soñarlas, trabajarlas y visualizarlas se me han dado. Tampoco voy a decir que no se me ha dado ninguna, pero ese no es el punto, el punto es que si esa es la manera de activarlas y que funcionen, ¿debería funcionar con todas o no?
La lista ha ido cambiando con los años, en este momento no quiero nada extraordinario, quiero lo normal: una casa que sea mía donde pueda sembrar un árbol de mangos y pintar una o dos paredes con flores, un bebé, poder vivir cómodamente de lo que me gusta y me hace feliz, y estar sana para poder disfrutarlo. Yo sé que talvez no es el "momento" todavía, pero entonces ahí viene el existencialismo a enredarme la vida y a recordarme que somos mortales y que como tal, nos podemos morir en cualquier "momento", entonces viene una nueva pregunta: ¿y si no me alcanza el tiempo?... específicamente la vida, mi vida... ¿me voy a morir sin haber cumplido lo que me hace feliz?
(Si estás leyendo esto y sientes un poco de agobio, te comprendo, puedes abandonar esta página ahora mismo y entrar en algo mucho más liviano, como Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest o cualquier otro mundo paralelo que te haga olvidarte por un rato de todas estas preguntas existenciales que bailan en mi cabeza y que seguramente han bailado en la tuya alguna vez).
Decía que siento un gran ambiente en el aire, en los medios de comunicación, las redes sociales y en la sociedad misma empujando hacia la "felicidad" casi que de manera forzada. Salen constantemente libros, frases, coaches, aplicaciones, programas de televisión con pastores emocionados, y quiero ser enfática en que esta entrada no tiene nada que ver con religión, respeto cualquier manifestación espiritual... bueno cualquiera menos los que se explotan en nombre de Dios, eso no puedo comprenderlo... en fin, mi principal objetivo es expresar mis sentimientos y cuestionamientos acerca de esas ganas locas de anular la tristeza, el dolor, la rabia, la frustración, o sea, la naturaleza misma, tratando de convencerte de que las cosas que no tienes o que no se te han dado en la vida son culpa tuya porque no las has visualizado correctamente.
Debo decir que soy el tipo de persona que cree que la paz es mejor que la guerra, creo que todo lo que hacemos, bueno o malo, se nos devuelve. Me gusta hacer yoga porque respirar conscientemente me calma. Trato de comer sanamente. De vivir mi vida sin molestar a nadie y cuando digo a nadie, eso incluye a la gente con la que vivo y con la que tengo más confianza.
Profesionalmente me he preparado desde muy niña, tomando cuanto curso y taller de actuación, canto, danza, técnica vocal, pudiera, eso con la idea de cultivar la vocación, que creo que es la razón por la que vine a este mundo a desempeñarme dentro de esta sociedad.
He tratado de seguir los pasos de muchos de los autores espirituales que he leído, incluyendo a Jesús en la Biblia. He tomado lo mejor de cada uno de ellos meditando, haciendo sagradamente mis afirmaciones diarias, me he cuestionado acerca de si estoy pidiendo las cosas de la manera correcta o no. He practicado "El Código Curativo". He leído mucho acerca de la inteligencia emocional. Todo para llegar a la conclusión de que, a pesar de que no soy muy religiosa, creo profundamente en Dios, que para mí es básicamente amor y luz, por lo tanto creo que hay que ser positivos, hay que sonreír aún en las dificultades porque es la manera de alivianarnos y alivianar el mundo en los momentos difíciles de la vida.
Creo en mí, en lo que soy, en lo que tengo como ser humano y como profesional, pero créanme, cada día que pasa me convenzo más de que no por solo cerrar los ojos y visualizarlo, no por creerme el cuento, buscarlo y hacerlo con determinación y de manera responsable, implícitamente se da, y eso aplica para todos los aspectos de la vida, no solo en lo profesional, en lo personal también, las cosas son como son, como el destino nos las va mostrando. Y no, no soy pesimista, soy un ser humano normal, que me he dado mucho palo porque a pesar de haber trabajado constantemente por lo que quiero hay cosas que se me salen de las manos, que no dependen de mí.
Por supuesto que nosotros decidimos constantemente nuestro camino, pero dependemos en una gran parte de nuestro entorno, de dónde nacimos, con quién nos relacionamos, con quién tenemos amistad, con quién trabajamos, cómo abordamos el día a día, quién tiene más poder, importan mucho las jerarquías, no solo el lugar que te des, sino el que te den, porque primero estuvo el 1 que el 2, y si el que tiene el poder de darte el número te dio el 2?... y si no te dio el 2 y te dio el 3?... lo cual significa que no basta con que creas en ti, no ganas nada solamente creyendo en ti si los que tienen el poder no lo hacen, en fin, no es tan fácil como cerrar los ojos y ya está.
Después de todos esos ires y venires en mi análisis, al final yo me quedo con la enseñanza de mi abuela, que a mi modo de ver es la más sabia de todas, cuando le pregunté que cómo podía ser feliz todo el tiempo... y cuando me refiero a ser feliz, no hablo de que no llore o no se sienta triste nunca, sino a cómo aborda de esa buena manera todo, cómo logra tener siempre una sonrisa a pesar de tantas cosas difíciles que yo sé que le ha tocado enfrentar, su respuesta fue como oro para mí, me dijo:
"El secreto de la felicidad (sonrió humildemente) no es más que abrazar la realidad con amor, es saber que este baile es el que me tocó bailar en este momento, que no tiene nada que ver con conformarme o resignarme, sino con bailarlo con amor, con gusto, no importa el ritmo que tenga"... si eso no es ser positivo y sabio, ¿entonces qué es?
No sé ustedes, pero yo después de haber leído a tantos maestros, sabios, pensadores, científicos, me quedo con la respuesta de mi abuela, y dejo de darme palo en esos momentos en que mi lado más humano siente que no he hecho lo correcto o lo suficiente.
Prefiero bailar este baile con amor, y el que llegue mañana y el que venga el otro año, si es que así lo quiere la vida... mejor dicho, ¡al son que me toquen, bailo!
Créditos de imágenes:
http://ballerinaproject.blogspot.com/
Claudia, amiga y "cuñá":
ResponderEliminarEn todos los casos, ¡todos!, no dejes de esforzarte, no te canses de perseguir tus valores y no dudes jamás que eres capaz de grandes cosas, entre ellas ser feliz y conseguir todo lo que te propongas gracias a ese tu esfuerzo.
Pero no olvides que mereces sólo aquello por lo que has luchado y luchado bien. Da lo mejor de ti, pero no lo regales, al menos no siempre: intercámbialo con lo mejor de lo que obtienen quienes se esfuerzan como tú. El resultado de ese intercambio son la respuesta a todas esas tus dudas y son también tu casa, tu árbol, tu bebé y tu salud.
Y cuando dudes un poquitín y se te ocurra que todas estas sugerencias mías son discursos optimistas y estimulantes ponte a prueba: siéntate todo un mes y no hagas nada, no actúes, quédate quieta en casa o prueba algún altar y simplemente "desea", "sueña" y "visualiza" esos "Conciertos Secretos" que se están colando por el sur de la Florida de tu mano y la de mi Pedri, fuertemente "desea", "sueña" y "visualiza" que versionas y eres la protagonista y cantas e interpretas "Hombres en Escabeche", o alguna serie en la tele, y sólo "imagina" el yoga, no lo practiques... absténte de todo aquello que ahora haces cada día para ser mejor y feliz y conseguir aquello que deseas y necesitas, incluyendo el batido de mango...
Si así sentada todo eso ocurriera entonces podríamos creer en los milagros. Pero todos los milagros que creemos ocurren han tenido que ser realizados por otros: nuestras casas, nuestros árboles, hasta nuestros bebés y nuestra salud.
De todas maneras basta leerte y seguirte para saber que vas a vivir siempre luchando por tus valores. Y eso estimula a quienes queremos intercambiar contigo lo mejor de nosotros mismos.
También sé que algún día intercambiarás con una sonrisa de tu nieto esa frase hermosa que es tu vida vivida intensa y sabiamente.
Así que adelante. Besos.
Ruben.
Querido Ruben,
ResponderEliminarTú, tan bueno y generoso con tus palabras, tan conectado y tan sensible ante las cosas para las que no necesitamos ojos... gracias!
Te mando un abrazo.